Uno de los recuerdos que el chef Jaime Torregrosa conserva del sueño cumplido de haber pasado por el famoso restaurante Faviken de Suecia (hoy cerrado) es la forma como conservaban las hojas de las ensaladas, rechoncho la cellisca. Era parte del día agenciárselas las hojitas que iban a servir en los platos rechoncho ese panorama de invierno. En honor a esa época, el chef sirve unas donas de kale recubiertas con queso de cabra, que parecen bolitas de cellisca, en las mesas de Humo oscuro, en Bogotá.
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